Todos los proyectos implican algún conflicto desde el extremo más sencillo definido por una «diferencia de opinión» hasta el desacuerdo fundamental sobre el mejor enfoque, forma de trabajar, roles y solución técnica. Este artículo enumera Cinco métodos de Resolución de Conflictos y también es útil para cualquiera que busque realizar el examen APM Project Management Qualification (PMQ).
Un conflicto bien gestionado puede ser constructivo para crear mejores relaciones y formas de trabajar a largo plazo. Un conflicto mal gestionado puede interrumpir el trabajo y causar un riesgo para la salud de los miembros del equipo. La gestión de conflictos es una habilidad que se puede aprender, por lo que incluso si la mayoría de las personas tienen un estilo natural o preferencia por cómo manejar el conflicto, ¡todos podemos aprender a hacerlo mejor!
El modelo de Thomas Kilman de Resolución de Conflictos
Este modelo define diferentes enfoques para la resolución de conflictos, considerando dos dimensiones:
- Cooperación (preocupaciones con las necesidades y deseos de los demás)
- Asertividad (preocupación por nuestras propias necesidades y deseos)
Los cinco enfoques para Resolución de Conflictos son:
- Competiendo
- Evitando
- Comprometiendo
- Complaciendo
- Colaborando
Compitiendo: yo gano, ellos pierden
Úsalo cuando la situación sea urgente / crítica (la resolución rápida es vital) o sea vital que te salgas con la tuya.
¡Ten cuidado ya que podría costarte la relación con la otra parte!
Evitando: Nadie gana
Úsalo cuando el tema no es muy importante, o al menos cuando la relación con la otra parte es más importante que el problema.
Ten en cuenta que esto no hace que el desacuerdo desaparezca, por lo que podría aparecer nuevamente más tarde.
Comprometiendo: Nadie pierde… pero nadie gana realmente
Úsalo cuando necesites una solución temporal a un problema complejo, o cuando el problema sea menos importante que otros objetivos mutuos que tengas con la otra parte. Ten en cuenta que esto puede ser adecuado a corto plazo, pero insostenible a largo plazo.
Complaciendo: Yo pierdo, ellos ganan.
Úsalo cuando el problema no sea tan crítico para ti como para los demás.
Cuando puede ser importante mostrar flexibilidad o ser razonable. Esto puede ayudar a mantener la cooperación.
Ten en cuenta que ayudaría a fortalecer la relación con la otra parte, pero también podría hacer que parezca un «empujón», por lo que una situación similar podría ocurrir nuevamente.
Colaborando: Ambos ganamos
Úsalo cuando una solución a largo plazo y una relación duradera sean la clave.
Cuando los temas de ambas partes son importantes.
Los cinco métodos son legítimos. Cuando te enfrentas a un conflicto, merece la pena considerar las partes involucradas y cuál es tu resultado preferido, antes de la negociación. Considera los juegos finales que estás dispuesto a aceptar y determina el mejor enfoque a tomar para lograr tu objetivo. Buena suerte… ah, y las galletas de chocolate también ayudan.
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